miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Hay que esperar a tener problemas en la escuela por culpa del futbol para fomentar los juegos tradicionales?

A finales de noviembre los niños de la escuela CEIP de O Hío en Pontevedra, estuvieron 15 días sin poder jugar al futbol y practicando juegos tradicionales.

Los partidos de fútbol que disputaban sus alumnos en la hora del patio, derivaban a menudo en peleas y conflictos que perduraban más allá de ese tiempo de recreo. Estas eran en muchas ocasiones trasladadas a las aulas, convirtiéndose en motivo de discusiones y hasta de peleas en más de una ocasión. Por ello, el profesorado decidió prohibir el fútbol al que jugaban los alumnos en el recreo y motivo de tanta agresividad.

A cambio, el centro les ofreció la posibilidad de disfrutar de otros juegos tradicionales como las canicas, aros, los zancos o los trompos impulsados con cuerdas. Algunos alumnos no acaban de entender estas medidas, pero otros descubrieron, gracias a ellas, que hay otras distracciones más allá del fútbol. El objetivo de esta campaña es hacer ver a los pequeños que existen otro tipo de juegos.

Tras esta medida, el nivel de conflictividad se redujo. Ahora, y desde que acabo la 'veda' están aplicando unas normas sancionadoras muy curiosas: "Seis tarjetas amarillas se castigan con tres días sin jugar; una tarjeta marrón, que se muestra por insultar a algún rival, con la anulación de un gol; y la roja, por insultar o pegar al árbitro, con cinco días sin fútbol y tres haciendo de árbitro".

Nosotros, Entre Pitos y Flautas, creemos que los juegos tradicionales deberían ser fomentados en los centros educativos constantemente y no solamente como solución a problemas en la práctica de otros juegos más populares como el fútbol o las videoconsolas. Por ejemplo, durante los recreos (por los maestros que están cuidando el patio) o por los profesores de educación física que podrían dedicar más unidades didácticas a estos juegos.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con vosotros, los juegos tradicionales deberían ser formentados por el centro y que mejor que los propios profesores y hasta que se unan con ellos en la hora de recreo y así ayudará la comunicación profesor- alumno.lo que pasa, que siempre se toman medidas cuando ya hay problemas y disputas.

    Cristina Rollano Santamaría
    1º Primaria

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